La Glicina Betaína como bioestimulante para tratar la deshidratación celular en los cultivos.
Los diferentes cultivos agrícolas son susceptibles a "estrés" abióticos como bajas o altas temperaturas, exceso o falta de agua, salinidad y transpiración excesiva. Cualquier tipo de deshidratación celular causado en la planta da respuesta a cambios genéticos y metabólicos, cambios en la tasa de crecimiento y producción. Los cultivos "estresados" de producción y desarrollo perjudican a pérdidas de rendimiento.
La glicina betaína es químicamente hablando una amina cuaternaria. Un compuesto no iónico que sintetizan las plantas como respuesta adaptativa a situaciones de déficit hídrico, produciendo un efecto osmo regulador a nivel celular. Se denomina efecto osmo regulador, a una serie de respuestas que ponen en marcha las plantas cuando se ven sometidas a un "estrés" hídrico para protegerse de la deshidratación.
Existen dos tipos de glicina betaina: de origen natural y de síntesis. La de origen natural procede de extractos de maleza de remolacha, es un tubérculo de gran riqueza en esta sustancia y es un producto con gran compatibilidad biológica con la glicina betaína que sintetizan las plantas y que está admitida en agricultura ecológica y no da ningún problema en tratamientos foliares. La glicina betaína se enmarca dentro de los productos de bioestimulantes agrícolas. Se pueden aplicar tanto en el riego como por pulverización foliar, siendo las dos formas igual de válidas. Hay que tener presente que la nutrición foliar es una herramienta muy útil en momentos específicos de los cultivos. La glicina betaina sirve a ala planta para equilibrar el balance hídrico celular.
Glicina Betaína, aporta ahorro energético en la nutrición vegetal.
Es un compuesto que se encuentra presente en bacterias, cianobacterias, algas, animales y varias familias de plantas. Lo anterior ha motivado la obtención, síntesis y aplicación exógena de este compuesto a cultivos agrícolas bajo condiciones de estrés. Efectivamente diferentes pruebas, tanto en laboratorio como en campo han comprobado que la aplicación exógena de la glicina betaína ayuda a los vegetales a tolerar condiciones salinas, ya que protege a las células de la deshidratación. La glicina betaína mantiene la actividad fotosintética aumentando la apertura estomática. También las diversas investigaciones proponen que existe una relación entre la glicina betaína con nutrientes o fitohormonas, interactuando juntos para conferir la tolerancia de la planta al estrés abiótico.
Gracias a la aportación de la Glicina betaína, la velocidad de reacción de la planta será más eficiente, permitiéndole una mayor capacidad para realizar la fotosíntesis, garantizando una mejor realización de todos los procesos bioquímicos que se producen a nivel celular. Esto tiene como consecuencias entre otros efectos:
Un mejor desarrollo y calidad de polen en momentos de condiciones ambientales adversas.
Una mejora en la absorción de nutrientes porque la planta puede tener durante más tiempo abiertos sus estomas sin temor a la deshidratación, favoreciendo la entrada de nutrientes en la planta, mejorando la producción y la calidad de los frutos tratados con Glicina betaína.
Con la aplicación sobre el cultivo, al estar la planta preparada para superar el estrés abiótico, las células de la planta no verán disminuida su turgencia, ni la tasa fotosintética se verá afectada de la misma forma que en plantas que no hayan sido tratadas con una fuente exógena de Glicina betaína. Sus beneficios serán visibles en las diferentes fases fenológicas del cultivo:
-Una mayor viabilidad de polen que favorece un aumento en el número de frutos cuajados.
-Una mejora en cuanto a calibre.
-Un “llenado de frutos” como consecuencia de una mejor tasa fotosintética en los cloroplastos.
Bibliografía
https://www.elhuertourbano.net/abonos/glicina-betaina/
http://www.bioestimulantesagricolas.net/glicina-betaina/